martes, 27 de enero de 2009

ANSIEDAD SOCIAL

ANSIEDAD SOCIAL

Dentro de las enfermedades psicológicas, encontramos un trastorno que afecta al individuo en su relación con el resto de las personas, que lo hacen sentirse incómodo, excluido, al margen. Estos síntomas responden a un cuadro denominado ansiedad o fobia social. La reacción que suelen tener los afectados por esta enfermedad ante los demás es de excesiva vergüenza. La timidez del sujeto que sufre ansiedad social es llevada al límite, ya que el paciente se sonroja, tiembla e incluso rompe a llorar.
Estas personas sienten un terrible miedo al simple hecho de mantener una conversación, actividad totalmente cotidiana de la que ellos huyen de forma constante y consciente. Tampoco son capaces de comer y beber delante del resto de individuos, tanto es así que incluso pueden llegar a atragantarse. La ansiedad social tiene una consecuencia clara: la dificultad del afectado de hacer amistades.
Los enfermos de ansiedad social tienen un único pensamiento en la mente que les bloquea y les obsesiona: los demás van a juzgarles y no van a conseguir la aprobación del resto de la comunidad. Este miedo interno que domina la mente de los afectados les provoca un absoluto miedo a hacer el ridículo o a sufrir humillaciones.

COMPONENTES DE LA ANSIEDAD SOCIAL

Respuestas fisiológicas de preparación para ser activo en la huida o en la lucha
Consecuencias cuando se hace crónica
Lucha contra las reacciones.
Tensión muscular, para huir o para pegar.
Tics, temblores, dolores (lumbares, cervicales, jaquecas,) Cansancio.
Movimientos que esconden o disimulan. No poderse estar quieto, movimientos de manos, tocarse mucho,...
El corazón late rápidamente para mandar sangre a los músculos.
Taquicardias, Tensión arterial alta.
Observación de los latidos del corazón: se para la respiración, lo que hace que aumenten.
La sangre abandona la digestión y se va a los músculos para pegar o correr. “Nudo en el estómago”
Problemas de estreñimiento o de diarrea en casos extremos favorecen la úlcera de estómago o de duodeno.
Tensión en el estómago para no sentirlo, por eso llega peor la sangre y se dificulta la digestión. Falta de apetito o comer demasiado, para compensar las sensaciones.
La respiración se acelera para mandar oxígeno a los músculos
Mareos, si el oxígeno no se consume a la misma velocidad.
Intentos fallidos de controlar la respiración.

Para ser pasivo en la huida o en la lucha
La sangre abandona los músculos: nos quedamos fríos y blancos de miedo, para quedarnos quietos y pasar desapercibidos.
Corresponde a lo que hacemos cuando decimos "¡Tierra trágame!
Nos agachamos y tenemos una postura encogida.
La respiración se acorta para que no se note y para poder vigilar al enemigo.
Sensación de ahogo y de angustia.
Acortamos la respiración. El corazón se tiene que esforzar más.
Tensión en la garganta para quedarnos callados, “nudo en la garganta. Tartamudeos, bloqueos,...
Frecuentes constipados, faringitis crónica.
Nos aclaramos la garganta.

Componente cognitivo

Respuestas cognitivas de preparación
Respuestas crónicas
Lucha contra las reacciones
Concentración de la atención en las posibles amenazas.
Falta de concentración. Memoria muy afectada. Reacciones exageradas de susto.
Esfuerzos por acordarse y por concentrarse
Planificación de la acción. Intentos de entender que pasa y como corregir el problema.
Preocupación. Tardar en dormir. Pensamientos repetitivos y angustiosos.
No aceptación de los pensamientos, lo que genera obsesiones y acciones compulsivas. Ansiedad generalizada.
Disociación = “Aquello no va conmigo”.
Estados disociativos.
No hacer nada. Apatía. Dormirse. Amnesia.

Componente conductual
Es el más importante, la mejor aplicación de la ansiedad consiste en solucionar el problema o huir y evitarlo de forma efectiva. Cuando esto tarda o no es posible es cuando surgen problemas. Ya se han mencionado las conductas asociadas a las reacciones a la ansiedad crónica se han incluido reacciones conductuales que conducen a agravar el problema en lugar de solucionarlo.

Otras conductas problemáticas para no aceptar la sensación de ansiedad.
Comer demasiado.
Tomar ansiolíticos, sin enfrentarse.
Ver TV para no pensar.

LA ANSIEDAD ES UNA EMOCIÓN

La ansiedad es una emoción que nos surge de forma automática en situaciones de amenaza o peligro, para prepararnos a luchar o huir.
La ansiedad como emoción que es tiene las siguientes propiedades
La excitación que la acompaña y las evaluaciones que la definen son automáticas, es decir, inconscientes. Responden a la ley del condicionamiento clásico (Perros de Pavlov)
La reacción corporal es más lenta que el cambio de situación, luego persisten más allá de la situación que la causó.
La misma excitación puede dar lugar a emociones diferentes, dependiendo de la interpretación que hagamos sobre el origen de la excitación. La sabiduría popular nos lo dice: el amor y el odio están muy cercanos.

Podemos definir así la ansiedad: es una respuesta automática de nuestro cuerpo para prepararnos para la lucha o para la huida ante una amenaza o un peligro.

DESCRIPCIÓN EN EL DSM-IV

La característica esencial de este trastorno es el miedo persistente y acusado a situaciones sociales o actuaciones en público por temor a que resulten embarazosas (Criterio A).
La exposición a estos estímulos produce casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad (Criterio B).
Dicha respuesta puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación determinada. Aunque los adolescentes y adultos que padecen el trastorno reconocen que este temor resulta excesivo o irracional (Criterio C), puede que esto no suceda en los niños.
En la mayoría de las ocasiones las situaciones sociales o actuaciones en público acaban convirtiéndose en motivo de evitación, si bien otras veces el individuo puede soportarlas aunque experimentando sumo terror (Criterio D).
El diagnóstico puede efectuarse sólo en los casos en los que el comportamiento de evitación, el temor o la ansiedad de anticipación interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales y su vida social, o bien genera un malestar clínicamente significativo (Criterio E).
En las personas menores de 18 años los síntomas deben haber persistido como mínimo durante 6 meses antes de poder diagnosticar una fobia social (Criterio F).
El miedo o los comportamientos de evitación no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o a una enfermedad médica y no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., trastorno de angustia, trastorno de ansiedad por separación, trastorno dismórfico corporal, trastorno generalizado del desarrollo, o trastorno esquizoide de la personalidad) (Criterio G).
Si existe otro trastorno mental (p. ej., tartamudez, enfermedad de Parkinson, anorexia nerviosa), el temor o el comportamiento de evitación no se limitan a la preocupación por su posible impacto social (Criterio H).

Cuando el individuo con ansiedad (o fobia) social se encuentra en las situaciones sociales o en las actuaciones en público temidas, experimenta una preocupación constante por la posibilidad de que resulten embarazosas y teme que los demás le vean como a un individuo ansioso, débil, "loco" o estúpido. Estos individuos pueden tener miedo de hablar en público porque creen que los demás se darán cuenta de que su voz o sus manos están temblando, o porque piensan que en cualquier momento les puede invadir una extrema ansiedad al mantener una conversación por temor a no poder articular correctamente las palabras. Puede que eviten comer, beber o escribir en público por miedo a sentirse en apuros cuando los demás comprueben cómo les tiemblan las manos. Los individuos con fobia social experimentan casi siempre síntomas de ansiedad (p. ej., palpitaciones, temblores, sudoración, molestias gastrointestinales, diarrea, tensión muscular, enrojecimiento, confusión) en las situaciones sociales temidas, y, en los casos más serios, estos síntomas pueden llegar a cumplir los criterios diagnósticos de una crisis de angustia. El enrojecimiento es muy típico de la fobia social.

La situación social provoca una respuesta inmediata de ansiedad, la cual llega a adoptar en ocasiones la forma de una crisis de angustia. Así, con el fin de evitarse tales desagradables sensaciones, la persona rehuye de las situaciones sociales o las tolera tratando de pasar desapercibido y con nula participación. En cualquiera de sus formas, el escape y la evitación de las situaciones sociales culmina por configurar la fobia: la ansiedad disparada casi invariablemente ante situaciones sociales conduce a que la persona se aísle cada vez más, con el consecuente deterioro que ello conlleva para su calidad de vida y su desarrollo. Y si bien el individuo reconoce que su miedo es irracional, no logra sobreponérsele. En efecto, cada vez que intenta exponerse a alguna situación social, la ansiedad reaparece, lo cual lo obliga a evitarla, reforzando nuevamente el circuito de la fobia. En algunas ocasiones, la sola idea de aproximarse a una situación de interacción con otras personas desencadena de forma anticipatoria una fuerte reacción emocional negativa que lleva a la evitación. De este modo, la persona ni siquiera intenta, ni siquiera se aproxima a ver qué le sucede; por el contrario, impedida por su miedo no hace nunca la prueba de realidad que le desconformaría lo equivocado de sus temores.

Se considera que hay dos tipos de fobia social: Generalizada: Cuando los temores se relacionan con la mayoría de las situaciones sociales y Focalizada cuando el temor se da en situaciones concretas.

Afecta al 2% de la población y se da con la misma probabilidad en hombres que mujeres.

Lo que los psicólogos sabemos es que, en los trastornos de ansiedad, son nuestras propias conductas, nuestras evitaciones, las que mantienen el problema, independientemente de su origen.
¿La fobia social es igual a la “timidez”?
Hay que diferenciar entre lo que llamamos fobia social y lo que llamamos timidez. La diferencia desde el punto de vista clínico está en el impacto que tiene en la vida de la persona, por eso hablamos de fobia social cuando la vida personal o laboral está gravemente afectada. Pero la diferencia fundamental reside en que el tímido acude a las situaciones en las que está incómodo, con mucho miedo, pero acude. Y, cuando lo hace sistemáticamente, finalmente se le aplica la ley universal de la habituación y las situaciones se le hacen más soportables. Mientras que el que decimos que tiene fobia social suele evitar esas situaciones de manera sistemática o si acude se preocupa más de intentar estar tranquilo y controlar su ansiedad que de atender, participar o hacer lo que tiene que hacer en esa situación.





COMPONENTES A EVALUAR PARA LA ANSIEDAD SOCIALHabilidades Sociales

Iniciar y mantener conversaciones
Hablar en público
Expresión de agrado, amor y afecto
Defensa de los propios derechos
Pedir favores
Rechazar peticiones
Hacer cumplidos
Aceptar cumplidos
Expresión de opiniones personales, incluido el desacuerdo
Expresión justificada de molestia, desagrado o enfado
Disculparse o admitir ignorancia
Petición de cambios de la conducta de otros
Afrontamiento de las críticas

Personas moduladoras

1. Amigos del mismo sexo 2.Amigos del sexo opuesto 3.Relaciones íntimas (pareja) 4.Padres 5.Familiares 6.Personas con autoridad 7.Compañeros de trabajo 8.Contactos de consumidor 9.Profesionales 10.Niños Habilidades de comunicación
Verbales O Paralingüisticos Volumen, Entonación, Fluidez, Tiempo de habla o contenido. Habla egocéntrica, Instrucciones, Preguntas. Comentarios, Charla informal, Expresiones ejecutivas, Costumbres sociales (saludos, despedidas, etc.), Expresión de estados emocionales, Mensajes latentes. Apropiado, reforzante, no verbales Expresión facial.

Sonrisas. Expresión y exposición.
Corporales:

Movimientos de las manos Postura Pies Automanipulaciones Distancia Contacto físico Apariencia personal Movimientos de cabeza

Miedo a los síntomas:

Importancia de los síntomas de ansiedad para la permanencia de la fobia social. O Tragar, o sudar, temblores, problemas con la voz, problemas circulatorios

Trastornos cognitivos:

Ideas irracionales. Atribución a la personalidad en lugar de a la situación. (La ansiedad les lleva a estar muy atentos a ella para intentar evitarla y no se enteran de lo que se les dice lo que implica un mal desempeño social. Son espectadores de sí mismos).
RELACIÓN CON OTROS TRASTORNOS: Trastorno de la personalidad por evitación (Se diferencia del trastorno de la personalidad por evitación porque la evitación no es debida a ansiedad) Trastorno de personalidad esquizoide (el equizoide no está interesado en relacionarse con los demás).
CATEGORIAS TOPOGRÁFICAS DE LA ANSIEDAD SOCIAL

La fobia social puede describirse y especificarse utilizando las categorías topográficas descriptas por Lang para el triple sistema de respuesta de la ansiedad.

Desde el funcionamiento del sistema cognitivo, la fobia social se caracteriza por esquemas y creencias que sobrevaloran el rechazo y la evaluación negativa por parte de los otros. Bajo el influjo de tales estructuras cognitivas, el paciente guiará sesgadamente su atención hacia aquellos datos ambiguos y sutiles que puedan interpretarse como una desaprobación por parte de los otros, un error cognitivo comúnmente designado como abstracción selectiva. Y si bien el paciente teme ser criticado de manera directa, sus miedos suelen centrarse en lo que eventualmente otras personas habrán de pensar de él. Por ello, la adivinación del pensamiento constituye otra distorsión cognitiva típica del cuadro. Así, el paciente se siente seguro de que los demás piensan negativamente de él. Como consecuencia, los pensamientos automáticos tales como “si me integro van a pensar que soy un metido” o “seguro que piensan que soy un tonto si digo algo erróneo” operan como obstáculos de un adecuado y sano desarrollo interpersonal.

De este modo, el nivel motor se caracteriza por la inhibición comportamental, vale decir, la ausencia de conductas de interacción: la persona está quieta, callada, respondiendo con monosílabos cuando algo se le pregunta. Y ello no se debe siempre a un pobre repertorio de habilidades sociales. Vale decir, la persona con fobia social no necesariamente carece de un grado de competencia interpersonal adecuado, sino que lo que definirá el cuadro se relaciona con la imposibilidad de poner en práctica las conductas prosociales a causa de la ansiedad. Por supuesto, más allá de la ansiedad social inhibitoria, podrá o no existir un déficit en repertorio conductual interpersonal; esta es un área que deberá ser evaluada y trabajada según cada caso.

En el plano fisiológico, la persona con fobia social experimenta las sensaciones propias de la activación de la rama simpática del sistema nervioso autónomo. Ellas incluyen calor, especialmente en la cara, ruborización, sudor en manos y axilas, sequedad bucal, y en algunas ocasiones, dolor abdominal e hiperventilación. Naturalmente, todas estas sensaciones se hallan signadas por el malestar y el displacer subjetivos.

Fundamentalmente, la fobia social, se caracteriza por un sesgo que preferencia el procesamiento de la información emocional negativa proveniente de la propia conducta. Expliquémoslo brevemente. El paciente fóbico social que ingresa en un entorno de interacción, activa sus esquemas cognitivos relacionados con el temor al rechazo y la evaluación negativa. Entre otras cosas, ello lo llevará a prestar atención al menos a dos aspectos de sí mismo. Primero, a su elevado grado de activación fisiológica, esto es, monitoreará el funcionamiento de su cuerpo, percibiendo entonces si tiene calor, si transpira o se ruboriza. Naturalmente, esto conduce a un aumento de tales mismas sensaciones, con lo cual la persona entrará en una suerte de círculo vicioso de autoactivación. Segundo, se concentrará en su misma conducta social empobrecida. Así, notará que habla poco, que no participa, que se aísla, lo cual lo llevará a aumentar su grado de creencia de que está desempeñándose pésimamente. Como producto final de este proceso, el individuo no sólo autovalida sus esquemas cognitivos distorsionados sino que efectivamente deja de focalizar en el ambiente que lo rodea para concentrarse en sí mismo, en su malestar emocional. De este modo, si alguien le hace un comentario, una pregunta; muy probablemente no podrá responder pues no se halla mentalmente en la situación.

EL MODELO COGNITIVO DE LA FOBIA SOCIAL: EL MODELO DE BECK (1985)

El sujeto habría desarrollado esquemas cognitivos referentes a significados y valores amenazantes sobre el hecho de ser desaprobado, criticado o rechazado por su actuación en una situación social. Esos esquemas se activarían en las situaciones sociales y producirían distorsiones cognitivas como:

A- Visión catastrófica: El sujeto maximiza y abstrae selectivamente de modo anticipatorio el peligro potencial de la situación social (p.e rechazo, crítica) sin tener evidencia para esa predicción.

B- Maximización: El sujeto infravalora u olvida sus estrategias de manejo de las situaciones sociales. También puede infravalorar su capacidad para adquirir determinadas habilidades sociales.

D- Personalización: El sujeto es especialmente sensible a relacionar la conducta de otros, sin evidencia suficiente, con su conducta social percibida como inadecuada.
A su vez estas distorsiones cognitivas interaccionarían con los círculos viciosos "sintomáticos" de tipo fóbico


-MODELO COGNITIVO DE LA FOBIA SOCIAL
HISTORIA DE APRENDIZAJE Y FACTORES BIOLÓGICOS (1)----- ESQUEMAS COGNITIVOS (2).Amenazas o temor de ser desaprobado, criticado, o rechazado por incompetencia social o por actuar de determinada maneraSITUACIONES SOCIALES ACTUALES ACTIVADORAS (3)----- DISTORSIONES COGNITIVAS (4).Visión catastrófica.Maximización del peligro.Minimización de la seguridad.PolarizaciónCIRCULO INTERACTIVO RESULTANTE (CIRCULO VICIOSO) (5)Pensamiento (Cometer errores, Autocrítica, Rechazo, Crítica)--Afecto (Ansiedad)--Conducta (Evitación, No asertividad)

OBJETIVOS TERAPÉUTICOS

Los objetivos terapéuticos en la fobia social son:
1º) Lograr que el sujeto se exponga a las situaciones sociales evitadas reduciendo o eliminando su tendencia a experimentar ansiedad y conductas de evitación en las mismas.
2º) Desarrollar en el sujeto competencias cognitivas-conductuales que le permitan afrontar las situaciones sociales evitadas.
3º) Hacer menos vulnerable al sujeto a las situaciones sociales, modificando su tendencia a procesar de modo amenazante las situaciones sociales y sus actitudes (esquemas) hacia las mismas.

De este modo los objetivos están referidos a los principales componentes del problema fóbico: el situaciónal-conductual; al cognitivo o valorativo y las habilidades sociales de afrontamiento social (Cottraux, 1990).

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